jueves, 8 de diciembre de 2011

The Devil Wears Adidas


Solo en los libros y en las películas existe un personaje tan detestable como Miranda Priestly. Solo en la vida real existe una persona tan prepotente, maleducada y mala leche como Jose Mourinho. Curiosamente el uno me recuerda al otro. Su actitud déspota y sobrada es algo que tienen en común.

¿Será que los pobres jugadores del Real Madrid se sienten como Andrea Sachs cuando recién obtuvo su trabajo en la revista Runway? A lo mejor la actitud de Mou lo logra, y en caso de no ser así, estoy seguro de que se han sentido más que humillados con los resultados del "Clásico Español", después de aquel fatídico pero espectacular 2-6 en mayo de 2009. Recordemos, vivamos, sonriamos:


Gracias a la vida, desde aquel hermoso e inolvidable partido, la historia se ha inclinado, y no porque si, hacia el lado de la filosofía, de la hermosura, del orden, de la perfección: del Barça, de Andrea Sachs. Hemos vivido dos años de guerra inútil, liderada por Mourinho Priestly desde la caverna. Dos años de guerra sucia y de estupidez, de patadas y de árbitros, dos años, eso sí, de superioridad absoluta. Veamos los resultados:


2009: 2 de mayo, RM 2 - FCB 6
2009: 29 de noviembre, FCB 1 - RM 0
2009: FCB 7- RM 2

2010: 10 de abril, RM 0 - FCB 2
2010: 29 de noviembre, FCB 5 - RM 0
2010: FCB 7 - RM 0

2011: 16 de abril, RM 1 - FCB 1
2011: 20 de abril, FCB 0 - RM 1
2011: 27 de abril, RM 0 - FCB 2
2011: 3 de mayo, FCB 1 - RM 1
2011: 14 de agosto, RM 2 - FCB 2
2011: 17 de agosto, FCB 3 - RM 2
2011: 10 de diciembre, FCB ¿? - RM ¿?
2001: FCB 9 - RM 7

2009 - 2011: FCB 23 - RM 9

¿Preguntas? Así como cuando Andrea deja callada a Miranda en Paris. Nada que hacer. La superioridad intelectual, la dedicación y la filosofía son evidentes. Más vale la inteligencia que vestir a la moda, más vale el amor por la camiseta que trabajar en la revista más "chula" de mundo, en el supuesto club más grande, en todo el sentido de la palabra -según ellos-, de la historia.

Aquello que caracteriza a la historia, a las películas y los a libros, es la capacidad que tienen para tomar giros inesperados, ¿quién iba a creer que Andrea Sachs se revelaría y dejaría sin palabras a Miranda? Poca gente, así como pocos creemos que, hoy en día, en la realidad que vivimos, la balanza se incline hacia Mourinho Priestly y el Real Runway Madrid. 

No quiero pasar por chulo ni mucho menos. Soy perfectamente consciente de que será el clásico más peleado y "justo" de los últimos años -siempre decimos lo mismo-. Se que el Madrid es líder a 3 puntos y con un partido menos. Se que Guardiola y sus chicos harán un planteamiento que, una vez más, deje boquiabierto a Mourinho Priestly, así como cuando Andrea entró a la oficina un día, vistiendo a la moda pero con inteligencia, no como sus compañeras de oficina. 

Hoy más que nunca creo en el FC Barcelona y creo que el 10 de diciembre estaremos empatados en puntos, con un partido menos, eso sí. Hoy más que nunca creo que vestir Adidas blanco es no estar a la moda, ya que ésta no es verse lindo como CR7 cree que se ve, la moda es la inteligencia, la estrategia, la táctica, el amor, no los árbitros, los escándalos y las mentiras mediáticas. Vestir a la moda es vestir blaugrana.

¡Força Barça! 


  

martes, 15 de noviembre de 2011

Carta abierta a Leonel Álvarez



Estimado Papito:

Con todo el respeto que te mereces tengo que dedicarte las siguientes palabras:

Estoy triste, estoy indignado. Perdí la esperanza. Veo que tiene más solución la movilidad de Bogotá o la corrupción nacional que el juego de la Selección Colombia, ¿qué pasa? ¿La greña paisa te está obstruyendo? ¿Te acaloras mucho en Barranquilla? ¿Dejaste de tomar Sal de Frutas?

¿Por qué no haces los cambios cuando es pertinente? ¿Por qué no contagias a tus papitos con tu energía, con tus ganas, con tu garra? ¡Tu si corres en el banquillo! ¿Por qué no fluye el juego? ¿Por qué pretendes que juguemos a un toque cuando sabes que somos incapaces?

El partido de hoy es una clara muestra de lo que NO debes hacer ni permitir que los 11 papitos a los que diriges, hagan. Se supone que los partidos en casa son para jugarlos con garra y a muerte, así como cuando los bogotanos nos vamos a montar a un Transmilenio. Se supone que si vienen a Barranquilla son los rivales los que tienen que sudar, no tu -muchos de tus jugadores no sienten la camiseta ni la sudan con amor-. Se supone que si metes un gol en el minuto 44 del primer tiempo, sales a matar y a asegurar el partido en el segundo tiempo, no a caminar con soberbia y como si fueras ganado 5-0 (resultado que tanto daño le hizo a nuestro fútbol). Se supone que nuestros jugadores están aclimatados y tienen que resistir los noventa minutos, se supone que si es ya, es ya. Se supone que los defensas velan porque no te hagan goles, no que regalan dos cruciales y en casa -andan más generosos que político regalando tamal-... Se supone, se supone...

Estoy cansado de las suposiciones, estoy cansado de ver que cada vez que hay un nuevo comienzo, los millones de colombianos que tenemos -o teníamos- fé en la Selección Colombia, nos ilusionamos. Quiero volver a llenar el Panini con monas llenas de peinados y nombres exóticos, colombianísimos, nuestros; también quiero que no haya más trancones en Bogotá. Siento que nada tiene solución. No veo la luz al final del túnel (de la Línea). 

¿Qué pasa? Quisiera no perder la esperanza. El problema es que hace 13 años no la encuentro, ¿será que vas a ser capaz de darnos alegría una vez más?

Papito, tienes que ser más osado, tienes que hacer los cambios acertada y oportunamente. Tienes que meterle huevitos -no como los de Rama, mucho menos como los de Uribe- a la eliminatoria, ¿cómo es posible que de seis puntos en casa únicamente hayamos sumado uno?

El camino es largo y complicado, ahora nos toca ganar afuera. Allá donde si tienen claro que la camiseta se suda, se siente y se ama, así sea de color remolacha. Tenemos que triunfar allá, donde si es ya, es ya.

Papito, no dejes que el resto de América del Sur se apropie de tus palabras, necesitamos un cambio ya, tú sabes como es.

¡Por mucha Sal de Frutas el día después de clasificar a Brasil 2014!




jueves, 8 de septiembre de 2011

Tecnología móvil

Probando Blogger desde el iPad, pronto más contenidos.

martes, 9 de agosto de 2011

Al pan, pan; al vino, vino; al Bolillo, bolillo.

Obviamente el titular es figurativo. No podemos seguir tolerando la violencia y la agresión. 

Rechazo rotundamente que el Bolillo Gómez, figura pública y cara del país ante el mundo, y que cualquier hombre agreda a una mujer. Eso no tiene presentación.

Después de este bochornoso episodio me pregunto algo, ¿por qué levantamos la voz únicamente cuando éste tipo de cosas suceden con personajes de la vida pública? 

¿Cuántos hombres le pegarán a sus mujeres y/o viceversa y nadie hace nada y nadie dice nada? 

Es lamentable que los medios de comunicación le den tanto bombo sólo porque es un personaje público. La violencia debe ser repudiada y castigada en todos los niveles de la sociedad, de forma inmediata y sin preferencias.

El hecho de que sea el Director Técnico de la Selección Colombia quien le pegue a una mujer, agrava un poco la situación. Este señor tiene que ser un ejemplo y un modelo para los jugadores, para los hinchas y para todos aquellos que creemos que una de las bases del deporte es el Fair Play... Si eso sucedió en la calle, ¿qué hará este señor en su casa?

Señor Gómez: lo que usted hizo no tiene presentación, lo que usted hizo da asco. Si lo hizo una vez, lo volverá a hacer. ¿En su casa no le enseñaron a respetar a las mujeres, no le inculcaron valores? Claramente usted NO debe ser más el Director Técnico de la Selección Colombia, usted no es una persona de bien, usted no tiene valores y eso se ve reflejado en el campo de juego, ¡renuncie, no sea sinvergüenza! 

Es hora de que seamos conscientes y de que, ante cualquier situación de violencia y agresión, sea donde sea, sea entre quienes sea, denunciemos. No nos quedemos callados. 

lunes, 25 de julio de 2011

¿Brasil 2014?

http://e.peru21.pe/102/ima/0/0/1/6/4/164232.jpg


Final, final, no va más. Se acabó la Copa América. 

Yo no se si a ustedes, pero a mi me quedó un sin sabor bastante grande. Vimos de todo, desde México que se fue sin hacer un punto, hasta Paraguay que llegó a la final a punta de empates. Muchas sorpresas y muchas dudas, muchas preguntas, muchas reflexiones.

A qué se debe el constante fracaso de la Selección, ¿a las "estrategias" utilizadas por nuestro brillante entrenador?, ¿a la pereza de los jugadores?, ¿a Falcao, a Guarín, a la falta de un "repartidor de balones"?... Hay tantos factores que entran a jugar a la hora de juzgar y criticar a la Selección, pero desde mi punto de vista lo que hace falta es un proyecto a largo tiempo. ¿Fue la Copa América el comienzo de tal aventura? Esperemos que sí. La eliminatoria será larga y difícil. 

Los pequeños gigantes despertaron, los enormes enanos se durmieron. Venezuela y Perú entre los mejores 4 de América. Colombia eliminada por falta de resultados, por mala surte o por injusticia, llámenlo como quieran, pero eliminada. La selección de mayores lleva muchos años de crisis, lleva 13 años de malos resultados y de eliminaciones. El pueblo ya no aguanta más, yo no aguanto más: quiero poder llenar un álbum y ver a mi país en el mismo. 

A la fecha de hoy, y totalmente en contra de las declaraciones de esta mañana del Bolillo Gómez, Colombia está más afuera, que adentro, de Brasil 2014. Es un hecho. Necesitamos un equipo sólido, desde las juveniles hasta las mayores, necesitamos forjar un Chile, una Venezuela, un Uruguay, una selección de verdad, una selección que sienta los colores y lo deje todo, y más, en la cancha. 

Las directivas de la Federación deberían fijarse detenidamente en los muchachos de la Sub-20 y comenzar a forjar el proyecto desde abajo, comenzar a inculcar unos valores, una filosofía, pero sobre todo, lo que más nos falta: amor por la camiseta.

Esperemos que los jóvenes de la Sub-20 logren subir el ánimo de aquellos que somos hinchas y amantes del buen fútbol. Esperemos que la en la eliminatoria se vea un cambio, real, de actitud y de planteamientos, esperemos que la Sub-20 nos demuestre que sí hay ganas, que sí hay garra, que sí hay equipo, y que, cuando se quiere, se puede. Tenemos talento, tenemos el apoyo de la gente, tenemos el apoyo de la industria privada (Visa Colombia), pero sobre todo, tenemos ganas de volver a sentir la emoción de ir a un Mundial. Ojalá el Sub-20 sea un abrebocas de la nueva Colombia.

Hace falta mucho trabajo pero imposible no es. Queremos ir a Brasil 2014.

jueves, 21 de julio de 2011

Si no te gusta, ¡no me leas!

http://huffingtonpostunionofbloggers.org/wp-content/uploads/2011/07/facebook-like-dislike-360.jpg
Si hay algo que caracteriza a las redes sociales y a la información que circula por la red, es la libertad que las personas tenemos a la hora de consumirlas y/o publicarlas, o no. Existe una red para cada cosa y una opinión para cada tema. También una persona para cada tema y un pendejo para cada tontería. Desde mi punto de vista ese es el encanto del Internet: consumo y publico lo que quiero, lo que me interesa, lo que satisface mis necesidades, lo que me hacer sentir pleno, lo mío, no lo tuyo.

La red goza de esa libertad de consumo y de intercambio, y eso es una delicia. Lo que pasa es que hay mucha gente que no sabe eso, hay mucha gente que no entiende el mecanismo de la red, y que por ende, consume y publica, como un vicioso, lo que pase en frente de sus ojos.

Hace un par de días Colombia fue eliminada de la Copa América y en mi Twitter hice unos comentarios acerca de lo que pensaba: vergüenza, ira, mal genio, indignación y frustración. Yo lo siento y lo digo, no tengo pelos en la lengua ni tengo que rendirle cuentas a nadie. Me pregunto entonces, si vivimos en un país que predica la libertad de expresión y nos encontramos en la red, donde somos libres de publicar y consumir lo que queremos, sin hacer daño a los demás, ¿por qué hay personas que nos insultan por hacerlo?

Querid@ amig@, si usted me sigue en Twitter, en Facebook, en G+, en Blogger, en Tumblr, o en donde sea, es porque le interesan los temas acerca de los que publico contenidos; si no le gustan, deléitese haciéndome unfollow, reportándome como Spam, bloqueándome o lo haciendo lo que quiera -llorándole a su mamá-, pero no me escriba diciéndome que por personas como yo es que el país está como está... El país está como está porque nadie opina, porque nadie es capaz de criticar, porque personas como usted no son capaces de recibir la crítica, el análisis.

Ayer, 20 de julio, día de la "independencia", escribí mi opinión acerca de por qué pienso que no es una época de celebración sino de reflexión y también saltó un montón de gente a decirme amargado, viejo, mamón, idiota, estúpido y pendejo... Una vez más, si no les gusta lo que publico pues no me sigan, así como yo estoy en toda la libertad de decir lo que pienso, ustedes están en todo su derecho de borrarme de sus huellas digitales, de sus vidas si les parece pertinente y necesario.

Quiero cerrar esta crítica diciendo que pienso que son más intolerantes aquellos que no son capaces de entender una crítica, que aquellos que somos capaces, con argumentos, de hacerla y de defenderla.

Por una red con libertad de publicación y de consumo.

viernes, 15 de julio de 2011

Zapatero a tus zapatos

Hace un par de días, y después de haber rogado por una invitación, me di de alta en Google+. Desde que decidió lanzar su red social, Google ha dado mucho de que hablar. He leído toda clase de comentarios: buenos, malos, neutros, excelentes, pésimos. Todo el mundo ha querido hacer su análisis y, como no, yo no me podía quedar por fuera.Trataré de ser muy breve en mi análisis y por supuesto daré mi opinión, que les adelanto, no es ni neutra ni buena, es crítica y es mía. 

Lo primero que hay que preguntarse es qué tan necesario es tener otra cuenta en otra red social, que al final del día no es nada más, desde mi punto de vista, que una versión nueva y minimalista, rediseñada, de Facebook. Creo que no es necesario. Me di de alta porque quería ver por qué y de qué estaban hablando tanto, y porque creo que somos animales de costumbres y de modas: a donde vaya el rebaño vamos, necesitamos probar y no quedarnos por fuera de la masa.

No he hecho un esfuerzo muy grande por entenderla pues veo que está la misma gente que en Facebook y en Twitter, y sinceramente me parece una verdadera ridiculez postear dos, tres o más veces el mismo contenido para que lo consuman los mismos dos, tres o más gatos.

Un tiempo atrás ya habíamos vivido algo parecido con Google Buzz, de quien también se habló mucho, y se comparó con Twitter, y condenó al fracaso que hoy en día es. Zapatero a tus zapatos, y como dirían las mamás: al pan, pan, y al vino, vino.

Sin duda alguna, Google es un gigante, es un monstruo, es uno de los mejores, pero en mi opinión está siendo un poco "garoso", un poco ambicioso y está incursionando en nuevos negocios o proyectos como Wave y Buzz, que, a mi modo de ver, hacer que la percepción de perfeccionista, de líder y de gigante, se vea afectada.

Siempre me pregunto por qué no todo el mundo usa Gmail, no entiendo a aquellos que utilizan Hotmail. También, así como se me hace raro que alguien pida y tome Pepsi, en vez de Coca Cola, no entiendo a las personas que no utilizan Google como su motor de búsqueda predeterminado. Es tan fuerte el poder de Google que ya hasta decimos: "googlealo" o "google it". 

Pienso que Google, teniendo todo el poder que tiene, debería dedicarse a perfeccionar y/o rediseñar todos los productos y servicios que ofrece, con el fin de darle más valor de marca a sus consumidores, y no dedicarse a hacer copias de Facebook. No es que quiera restarle valor al grandísimo esfuerzo que debe requerir idear y construir una red social, sino que creo que entre uno más cosas haga, o pretenda hacer, logra menos. Zapatero a tus zapatos.

Sí, eso es lo que pienso, ¿algún problema?


martes, 12 de julio de 2011

Mi humilde opinión



Antes que nada tengo que decir que la publicidad y el fútbol son mis dos grandes pasiones en la vida, me gustan mas que comer. Cuando veo fútbol, como, y la publicidad me dará de comer.

Lo que voy a escribir en los siguientes párrafos es mi humilde opinión y debo hacerlo debido al gran bombardeo, algo fastidioso, publicitario que la Copa América 2011 ha generado.

Estoy mamado de los comerciales de Cerveza Águila que me dejan, a mí, un mensaje de conformismo y mediocridad: en Colombia bailamos y celebramos por todo. Bailamos el fútbol, pero al ritmo de los que nos bailan en los partidos, bailamos la guerra, bailamos la mediocridad, bailamos la corrupción… Eso es lo que me queda, de todo menos ganas de tomar cerveza; y ni hablar de el nuevo formato ultra, híper invasivo del Canal Caracol, en el que, en medio del partido, nos parten la pantalla en dos “mini-pantallas” en las cuáles sólo logran ver bien aquellos que tengan visión 20/20.

Estoy cansado de los de Efecty que me recuerdan a los de Café Sello Rojo, también bailados y cantados a ritmo de reguetón, lo cuál me hace preguntarme en qué estado está la creatividad colombiana, obviamente sin generalizar, en qué pasa por la mente de aquellos que están detrás de dicha producción.

De Gloria (Telefónica, Movistar) prefiero ni hablar, es una de esas campañas que no suscitan nada en mí.

En Estados Unidos, en el Superbowl, uno de los eventos más televisados en el mundo entero, vemos como los anunciantes, y por ende los creativos y las agencias, hacen esfuerzos incalculables y presentan campañas alucinantes, ideas frescas, originales y divertidas.

No pretendo, ya que no es lógico, hacer una comparación entre los procesos y metodologías publicitarias de los dos países, pero si me pongo a pensar un poco acerca de nuestra pereza y mediocridad publicitaria. ¿Cuándo será que dejaremos de copiar esquemas, cuándo será que los anunciantes se van a arriesgar un poco más?

En Colombia hay talento, hay ideas frescas, hay gente con ganas y hay potencial, ¿entonces que pasa? La reflexión la debemos hacer todos.

El fútbol mueve masas y la publicidad mueve a las masas del fútbol. Eventos como la Copa América deberían ser aprovechados para mostrar lo mejor de nuestra publicidad, nuestras mejores ideas.

Tan solo es mi opinión que pretende generar un poco de crítica y de reflexión, sí, es lo que pienso, ¿algún problema?


viernes, 6 de mayo de 2011

¿Cuántos pares son tres moscas?



Mucho se habló del "Poker de Clásicos" pero a mi parecer no fue mucho más que dos miserables pares: 2 y 3 de tréboles, posiblemente una de las jugadas más insípidas del Poker. En ningún momento ninguno de los dos equipos intentó hacer un "All-In" ni puso su mejor cara de Bluff. En algún momento me sentí viendo 4 partidos de amateurs del Poker sin ninguna estrategia, es decir, jugando por jugar; jugando a jugar y jugando a no dejar jugar. El resultado acumulado lo dice todo: 4 - 3, a favor del FCB, obvio.

Los días del 6 - 2 quedaron en el olvido. Se volvió un negocio de Mercadeo y Relaciones Públicas, se volvió la antítesis del fútbol. Se volvió una guerra de egos y anti-héroes, encarnada en las figuras, amadas y odiadas, u odiadas y amadas, como lo prefieran, de Llourinho y de Pep Guardiola. Se perdió la pasión, la elegancia y la clase del fútbol. Se volvió una guerra infantil y adolescente que nada tiene que ver con el balón y mucho menos con los 22 jugadores de talla mundial que deben dejar la vida en el campo por él.

De lo peor que le pudo pasar al fútbol fue haber jugado 4 clásicos en 18 días. El FCB intentó ser fiel a su filosofía y a sus creencias, a la doctrina impartida por su maestro, y, desde mi punto de vista, lo logró, ganó la partida con unos elementales dos pares. Apostó mucho más de lo que podía ganar, arriesgó mucho más de lo que ameritaba la contienda, la mesa. El RM intentó jugar a nada, intentó ser fiel a una filosofía que no existe. Humilló a su afición con un planteamiento "ultra" defensivo y se burló en la cara de sus miles de abonados, muy orgullosos de ser merengues, merengones galácticos. Antes de comenzar la contienda y a jugar en la mesa ya había hecho un Big Blind, que sin cara de Bluff decía: "All-In".

No hay que ser un experto para hacer un Poker. Recuerdo una vez a una amiga que en la primera mano de Poker que jugó en su vida cantó 2 pares de ases: ¡demente! El FCB pretendió por mucho tiempo, y exageradamente, ser Chris Moneymaker; el RM parecía mi amiga. No tenía ni idea de lo que estaba haciendo ni en lo que estaba metido; sin embargo hizo cosas lindas y cosas muy buenas. Hizo una primera parte "ultra" profesional y lujosa en Valencia. Anotó un muy hermoso tanto de cabeza que le dió la victoria en la Copa del Rey, e insultó e irrespetó a la comunidad culé. No voy a decir que de alguna forma no se hizo lo mismo en Barcelona porque sí se hizo. No quiero entrar en ese tipo de debates ni puntos de vista.

Así como el RM hizo cosas lujosas y profesionales, el FCB demostró, una vez más, que es un equipo que siente sus colores y que es fiel a una filosofía, a un modelo. El fútbol del Barcelona es gustoso y emocionante como abrir una mano de Poker con tres ases, es lujoso y hermoso como una escalera flor real, es divino como el diamante y elegante como las picas. El fútbol del RM fue como las tréboles más bajos, como los bastos de una baraja española.

Queda clarísimo mi punto de vista. Es muy obvio que soy culé, por convicción y experiencia, no por moda, es obvio que me gusta más el fútbol que la comida y que jugar al poker. Es obvio que después de los 4 partidos NO seguimos entendiendo cuántos pares son tres moscas. Es obvio que hay Barcelona para rato y es más que obvio que en Madrid tienen que hacer una introspección y un re-re-re-replanteamiento de su modelo.

Es obvio que acabó y que no queremos que se repita en mucho tiempo, es obvio que no ganó el fútbol, es obvio que no hubo oportunidad de que alguien sacará un Poker. Es obvio que hubo un ganador y un perdedor.

Esperemos que en un futuro, si se vuelve a dar esta situación, se pueda jugar al fútbol, se deje de hablar tanto, y se demuestre, como lo hizo el FCB, con el balón, quien es el as de diamantes.


Twitter: @RodriSalazar

viernes, 8 de abril de 2011

Colombia tierra querida...


Así es. Hoy me estrelló el conductor de la Nissan Pathfinder blanca y blindada de placas CFE 979 de Cali y se voló, ¿de qué me sirve ser precavido a la hora de conducir, y respetar las normas de tránsito, si hay quienes viven sin ley alguna?

Quiero contarles la amarga experiencia que tuve el día de hoy. 

A eso de las 9:30 a.m. iba hacia la universidad por la Autopista Norte -altura de la calle 94, en la intersección de los puentes-, sentido norte-sur, por el carril de la izquierda, cuando de la nada la camioneta de la foto decidió estrellarme y seguir su camino como si nada. 

Mi carro, un pobre Twingo al lado de esa mole, recibió el golpe en la parte trasera derecha y el señor conductor de la "Panthifer", mas conocida como Pathfinder, ni se mosqueó. Cuando vi que se iba a dar a la fuga adelanté el carro e intenté "cerrarlo" para decirle que me había estrellado y que debíamos llamar al tránsito, pero de inmediato vi que en el vidrio tenía uno de esos papeles especiales, que seguro usa para no tener Pico y Placa, que decía "Vehículo Blindado". 

En ese momento me pregunté si debía seguir alegando con el pito, las luces y las manos. La verdad me dio miedo pues se me alcanzó a cruzar por la mente que el señor, conductor de un vehículo blindado, podía bajarse y matarme a tiros por el simple hecho de reclamarle que le había hecho daño a mi carro. 

Mientras pensaba qué hacer y decidía qué no hacer el señor se abrió velozmente y se voló rumbo a la oreja que lleva de sentido occidente-oriente a la calle 92 o a la Avenida NQS. Fue ahí cuando decidí perseguirlo y poder obtener una fotografía con la cual, eventualmente, podría defenderme. La verdad estaba muy alterado y muy asustado. Uno nunca sabe como esos hampones van a reaccionar. 

Intenté acercarme una vez más con el fin de hacer el reclamo pero el señor nunca se mosqueó ni volteo a mirar. Siguió su viaje como si nada. En medio de los nervios de ver qué tan fuerte había sido el golpe, decidí llamar al tránsito (eso es para otra entrada de Blog). Tuve que hablar por más de 10 minutos con ellos y con la línea 195, nadie supo decirme bien qué debía hacer sino hasta 8 minutos después... La de trámites que se me viene...  

Una vez tuve la oportunidad, me detuve en la calle 92 para ver la gravedad del choque, que no es como lo deben imaginar, es decir, no es nada gravísimo, y para tomar aire fresco y calmarme. Aquellos que me conocen bien saben que no suelo reaccionar muy bien cuando estoy tan histérico. Me lo tomé con calma, me monté a mi carro y llamé a un amigo abogado.

El paso siguiente es ir al SIM, pedir unos papeles -claro, tengo que pagarlos yo- e ir a una Fiscalía o URI para poner una demanda. Mañana madrugaré a hacerlo, al menos lo del SIM.

El propósito de esta entrada de Blog no es contarles cómo fue ni nada por el estilo; es hacer una reflexión acerca de lo retorcida que nuestra sociedad, o en honor al gran Jaime Garzón (qepd), Zoociedad, está.

Para nadie es un secreto que los señores conductores de camionetas blindadas hacen lo que les da la gana. Para nadie es un secreto que vivimos con temor de como dichas personas puedan reaccionar. Estoy seguro de que el arreglo no costará mas de 600.000 pesos, LOS CUALES NO PIENSO, NI TENGO POR QUÉ PAGAR, pero también estoy seguro de que no me voy a quedar con los brazos cruzados y pienso hacer todo lo que esté a mi alcance, y al de aquellos que decidan ayudarme, para que mi caso, y seguro miles de casos no queden en la impunidad.

¿Es que acaso tenemos leyes diferentes para ciudadanos diferentes? No. Todos nos regimos por la misma ley. Nadie tiene por qué escapar de una escena como una estrellada. Es por eso que somos un país del tercer mundo, es por nuestros comportamientos, que no cambiamos, que nos estancamos. Si no lo hacemos nunca dejaremos de involucionar. Si no nos apropiamos de nuestras acciones y de las consecuencias que ellas conllevan estaremos condenados a ser peores cuidadanos, peores seres humanos y peores personas. Yo no se si usted pero yo no quiero un mundo tan de mierda para mis hijos.

¿Qué le cuesta a una persona que conduce un carro blindado, quien seguro tiene seguro todo riesgo, poner la cara y hacerse responsable de sus actos? ¡Nada! ¿Cuánto me costará a mi solucionar el problema? Muy seguramente una cantidad de energía, de tiempo, de estrés y de dinero. 

No pienso llevar mi carro al taller hasta que no tenga razón de tal individuo, no voy a pagar el arreglo de algo que no hice. No tengo seguro todo riesgo pero seguramente tenga el apoyo de todos ustedes.

Si conocen a alguien que conozca a alguien que tenga un amigo, un primo, un conocido o alguien que sepa qué hacer, cómo hacerlo, o que me pueda poner en contacto con alguien que me ayude a atrapar a este hampón, le agradezco mucho que se ponga en contacto conmigo. Estoy seguro de que con la ayuda de ustedes podremos dar con el personaje y seguramente sentar un precedente para este tipo de situaciones.

Mi correo es: rodrisalazarr@gmail.com y mi celular es 3103044101.

Muchas gracias por su atención.    

lunes, 28 de febrero de 2011

¿Será que me estoy volviendo viejo?



(A propósito de la participación del gran Kirk Douglas ayer en los Oscar)

Un gran indicio de eso es que tengo muchas canas. Eso no me preocupa en lo más mínimo, es más, confieso que me parece chévere. Lo que si es cierto es que hay una cantidad de cosas y situaciones que me están comenzando a molestar. No se si deba preocuparme. Con el ánimo de librarme de intranquilidades le pido el favor sea sincero y me diga si efectivamente me estoy volviendo viejo, o no (sospecho que muchos, si no la mayoría, dirán que si).

Si a usted también le molestan muchos de los siguientes ítems, entonces usted también se está volviendo viejo, o no.

  • No poder escuchar bien lo que me dicen si la música está muy duro.
  • Las multitudes eufóricas.
  • La 82, la 93.
  • El tropipop, el vallenato, la bachata, la salsa y el vallenato. Indiscutiblemente: el reguetón, reggaetón, o como sea que se escriba.
  • El sol.
  • La lluvia.
  • La rumba en general.
  • Los Emo, los Hipster, los Hippies y demás adolescentes, y no tan adolescentes, extraños y desadaptados que existen hoy en día.
  • La impuntualidad. 
  • El Messenger.
  • Los perros que huelen feo.
  • Montarse en un bus que huela a Maizitos+mandarina+vómito reposado.
  • Que no me miren a los ojos cuando me hablen.
  • Los conciertos de Shakira.
  • El Blackberry.
  • Los bancos, especialmente Bancolombia.
  • Que los establecimientos comerciales nunca tengan vueltas y me pregunten si no tengo más sencillo.
  • La mediocridad y pereza del colombiano promedio.
  • Los seudo "periodistas" de la nueva generación.
  • Montar en taxi un viernes después de las 4 P.M.
  • Las emisoras colombianas después de las 4.P.M. (peor si uno va en un taxi, después de las 4 P.M. y está lloviendo o haciendo mucho sol).
  • La canción "Viejo" y en general todas las de Bacilos. 
  • Manejar por la ciudad de "Sammy el Alcalde" a cualquier hora y hacia o desde cualquier dirección.
  • Que los de las motos no paguen peaje ni tengan Pico y Placa.
  • Que me digan que me quejo mucho.
  • ...
En fin, la lista puede se interminable. De todos modos hoy tenía muchas ganas de quejarme ("tan raro", dirán algunos). No me siento conforme con mi situación actual, hay algo que hace falta, y todo lo anteriormente nombrado la empeora.

Creo que sería una mentira muy grande por parte de los lectores decir que nada de lo mencionado les molesta. Por favor siéntanse libres de comentar y completar mi lista.

Muchas gracias. 





miércoles, 19 de enero de 2011

¿Una experiencia religiosa?

Antes que nada debo pedirles que hagan click acá para ilustrarles un poco más lo que leerán próximamente Enrique Iglesias - Experiencia religiosa.

Genial. Ya están preparados para ver las imágenes que le dan unidad al Blog con la canción y las payasadas que, en los próximos párrafos, escribiré.



Hace unos días escribí en mi Twitter algo así como "No hay nada más patético que galán de gimnasio", y después de haber revivido durante varios días la experiencia del intercambio e interacción social que existe en dicho recinto, sagrado para algunos -no se por qué-, creo que debo expresarles todo lo que siento al respecto.

El gimnasio es peor que una alfombra roja, es peor que una discoteca, es más charro que las páginas sociales de cualquier revista de tres pesos -léase Jet Set, Aló, Tv & Novelas, y demás atrocidades pseudo literarias-. Charro y aburrido en el sentido en el que es el sitio donde uno más expuesto está.

Es muy sencillo. Yo me pongo lo primero que encuentre: "una bermuda", una camiseta y no me importa si las medias me combinan o no. Puedo ir temprano en la mañana, probablemente recién levantado y sin bañarme, eso sí, me echo desodorante y agua en la cara y me lavo los dientes; también puedo ir por la tarde-noche, después de la universidad, y lo que lleve puesto me es indiferente.

Es ahora cuando debo hacer referencia al "galán" y a la "guaricha", así me referiré a las mujeres, en ningún momento peyorativamente -solo con propósitos de entretenimiento (como todo mi Blog)-, para que se pueda hacer el siguiente juego de palabras: "La guaricha y el galán", algo así como "La princesa y el sapo".

Siguiendo las reglas de cortesía y el Manual de Urbanidad de Carreño, describiré primero a la guaricha: generalmente gordita, con una zapatilla deportiva tipo Nike o la última Reebok; media futbolera arrugada, casi siempre hasta la rodilla pero espichada hacia el tobillo; "chicle" o "tight" que contraste con la media y el zapato, y si es blanco, que preferiblemente deje entrever el "panty" o la tanga; camiseta tipo "esqueletico" bien forrada y, como no, excesivamente escotada y que se suba al ejercitar para mostrar el tatuaje de la espalda; gafas para verse -más- "interesante"; el pelo suelto; y si está en sus días, un saco amarrado en la cintura.

El galán es fácilmente identificable. Generalmente camina como si fuera Tommy Boy en la escena de la piscina, tiene una sudadera Adidas, casi siempre negra, viste un elegantísimo esqueleto que luce los pelos de sus axilas y sus débiles músculos, tiene guantes porque levanta 220 libras, tiene un canguro -no se que carajos guarda ahí-, se amarra una pañoleta en la cabeza, lleva consigo un pequeño galón de Gatorade y, como no, suda como un caballo. Sexy.

No entiendo por qué la gente no ha entendido que el gimnasio no es un lugar de reunión social. No entiendo por qué la gente no entiende que entre más silencio haya, mejor. No entiendo por qué la gente no se ha dado cuenta de que uno va a hacer ejercicio, a sacar malas energías, y a desahogarse de cualquier tipo de problemas que pueda tener.

La gente va a "levantar", a "cotizar". Eso es peor que buscar novia por Hi5. La gente no se da cuenta de lo patética que es. La gente no es consciente de lo compleja que es la interacción social en el gimnasio. He visto, y debo decir que me divierte mucho, como el galán le dice a la guaricha: "Nena, ¿puedo ayudarte a colocar más pesas?". También he visto, y debo confesar que es mejor que la anterior: guaricha desagradablemente sudorosa se le acerca al galán, lo saluda de mano, es decir, no lo conoce y le dice, agachándose para mostrarle las tetas, "¡Ay!, ¿cómo estás, será que me puedes explicar este ejercicio que no lo entiendo?". El galán inmediatamente deja de hacer lo que sea que esté haciendo y hace todo lo posible para, mientras le explica el ejercicio, tocarla.

Yo sigo con lo mío. Mi iPod es mi único aliado, ni siquiera veo televisión porque en la mayoría de máquinas no se ve un carajo. Eso sí, apenas veo que tan divertida situación va a suceder, me quito los audífonos. De lo contrario no podría contarles mi experiencia... Horas o minutos después cuando acabo mi rutina y bajo a hacer estiramiento, es probable que la guaricha y el galán se estén tomando un suplemento vitamínico en la cafetería, y por supuesto, intercambiando pines o teléfonos.

Tengo que decirles que, a pesar de que todo lo anterior me parece muy divertido, el gimnasio es un lugar de culto. Culto al cuerpo, culto a la salud, culto a la vida social, culto a la estupidez humana, culto al sudor, culto al patetismo, culto a lo antisocial, pero nunca culto a lo personal. Casi que uno está obligado a hablarle a alguien, a interactuar con extraños que emanan gérmenes de sus cuerpos y tienen mal aliento... Como si fuera poco el antibacterial es de canela, ¡j-o-d-e-r!

A mí que no me jodan. Que me dejen en paz. Por naturaleza miro mal y soy antipático. El día que una guaricha se me acerque a mostrarme sus tetas le diré que no sea ñera, que me respete, que no me interesa congeniar con su suciedad, y que aprenda a respetar, pues al final del día, lo único que el gimnasio debe ser es un lugar de respeto, de ejercicio, de paz interior: casi religioso.

Como diría alguien que conozco, "esas interacciones postmodernas" no son lo mío. Yo solo quiero quemar grasa e ilusamente marcar mis abdominales. 

Espero que usted no sea de aquellos que vive el gimnasio como una experiencia religiosa. Si es así tengo que decirle que usted es un ñero.

  












viernes, 14 de enero de 2011

Manual para conducir en Bogotá

No se cómo pude obviar este tema durante tanto tiempo. Tal vez es una de las discusiones más recurrentes entre los bogotanos, una de las noticias más repetitivas y fastidiosas, y seguramente, uno de los temas más odiados por muchos.


La idea es sencilla: intentaré dar, obviamente desde mi punto de vista, una serie de ideas, tips, argumentos, razones, y demás, sobre qué se debe hacer a la hora de conducir en Bogotá, sobe cómo debe hacerse, sobre qué no debe hacerse, y como no, le daré mi opinión acerca del tema, ¡abróchese el cinturón!

En realidad lo primero que uno debería hacer es dejar de ser imbécil y de mentirse a sí mismo. Pensar que uno va a salir a la calle y no le va a tocar trancón es algo estúpido. Hasta un niño de 6 años lo sabe. Acto seguido, después de armarse de valor y de calcular muy bien el tiempo de desplazamiento, para no llegar tarde, uno debería ingerir un antidepresivo o un sedante. De esa manera, el viaje será un poco más tolerable y un poco menos desagradable.

A continuación es recomendable ponerse el casco, las rodilleras, las coderas y, como no, la copa, y demás accesorios que lo protejan contra la estupidez de los demás asesinos que van por las calles de Bogotá. Ahora bien, ya que uno va medio drogado, debido al antidepresivo, lo recomendable es poner música, ojalá no como la de los buses, y prepararse para vivir el peor viaje de su vida. Lo peor del caso es que para los bogotanos cada día es peor que el anterior.

Una vez ya en la calle usted verá que hacer, yo le recomiendo lo siguiente:

  • Evite cualquier avenida principal, lo más probable es que haya un semáforo cada 2 cuadras y que uno esté dañado.
  • Váyase por el carril derecho, no me pregunte por qué, pero siempre es el que más se mueve.
  • Cuando un taxista, un imbécil de una moto, o un $%&!#@|@¢ de un bus lo cierre, lo estrelle, le raye el carro, le escupa, le mente la madre, le relinche, le pelee, o lo que sea, sáquele la lengua (para todo lo demás, Master Card) y llame a la policía y/o a su seguro.
  • Si en el camino ve a un policía comiendo pandebono, tomando avena y hablando por celular no dude en gritarle por la ventana algo así: "Haga su trabajo gran imbécil, mire el trancón tan hijo de puta que hay y usted tomando oncesitas". 
  • Si ve muchos carros parqueados donde es prohibido no dude en llamar al tránsito y denunciar. Pida que envíen una grua, intente dar la dirección exacta... Créame, funciona.
  • Si durante un semáforo le ponen agujas, hilos, libros, películas, pañales, tamales, y demás artículos en el vidrio, y se pone en verde y no lo han recogido, arranque.
  • Tómele fotos a todos aquellos que infrinjan la ley y envíelas, vía la red social que le de la gana, a alguien.
  • Por favor, no soborne a los policías, si le están poniendo un comparendo es porque se lo merece.
  • Convénzase de que usted es la única persona que sabe conducir en esta ciudad.
  • De por Dios, no hable por celular ni envíe mensajes de texto mientras tanto.
  • Insulte a cada ciclista que vaya por la calle a 30cm de la Cicloruta.
  • Intente no salir con su mamá o sus hermanas. Los nervios de ellas se convertirán en su hamponería. Por cada vez que ellas hagan muecas y murmuren ruidos extraños usted querrá darle más duro a la chancleta.
  • Esto no es un juego. Si va a tomar por favor hágalo en cantidades industriales pero no sea imbécil, no conduzca.
  • Esto es algo indispensable, es como una regla de oro: ¡No ande por ahí, como si nada, con las malditas luces plenas!
  • Haga uso, eso sí, coherente y necesariamente, de la bocina. Para algo se la pusieron ahí.
  • Si va solo en el carro no dude en sacarse lo mocos, hacer bolitas con ellos y pegarlos debajo del asiento, o botarlos por la ventana. Échese pedos y eructos. Cante a pulmón herido como si no hubiera mañana (ojalá no Yuri o Juan Luis Guerra). De todos modos en Bogotá no se sabe si lo habrá. Salir a la calle es una lotería.

Podría seguir dándole consejos pero mi Blog se volvería aburrido. Lo que queda muy claro es que conducir en Bogotá en toda una aventura, ¿que es peligrosísima? Sí. Eso no se lo puedo negar. ¿Que la culpa es de todos nosotros? Sí. No sabemos conducir. Peor aún, no sabemos respetar. Las señales de tránsito están ahí por y para algo. 

El día que dejemos que meternos en contravía -"eso nadie se da cuenta"-, que dejemos de parquear en la calle -"solo cinco minuticos"-, que dejemos de sobornar a los policías -"para que se tome unas frías, se las merece por su arduo trabajo"-, que entendamos que "la movilidad la hacemos todos" -yeah right-; el día que votemos por un alcalde de verdad, el día que paguemos a tiempo los impuestos, el día que los motociclistas paguen peaje y que las ambulancias dejen de ser taxis y de hacer encomiendas "urgentes"... 

Ese día podremos quitarnos el casco, no tendremos que drogarnos para salir a la calle, podremos llegar a tiempo a nuestras citas, pero sobre todo podremos disfrutar de los pocos huecos o cráteres lunares que adornan la malla vial de nuestra queridísima y amadísima Bogotá.

Finalmente, quiero insultar públicamente al triple hijo de **** que tenemos por Alcalde, a toda su familia y a todos los que tengan algo que ver con él; pero sobre todo, a los imbéciles que lo eligieron: gracias por acabar con lo que quedaba de Bogotá.