lunes, 1 de marzo de 2010

Llamado de emergencia






Parece ser que en el fondo, bien en el fondo, si existe la democracia. Es evidente que los colombianos estamos mamados. Necesitamos un cambio extremo, pero que ojalá no sea como el de René Higuita. Tenemos que actuar y espero que lo hagamos a conciencia.

Lo más cierto del mundo es que, así le suene a frase de cajón, el pueblo se merece a sus gobernantes. ¿Quién habrá sido tan atrevido, osado, estúpido y ciego de votar por Samuel Moreno? Todo lo que está pasando, o dejando de suceder en Bogotá es culpa de esos (yo no voté por ese troglodita) que lo subieron al poder. ¿Qué podemos hacer, ahora qué estamos hundidos en el caos? La respuesta es más que obvia: nada. Aguantarnos y pensar que el tiempo se va a pasar muy rápido y que algún día vamos a salir de esta situación.

El pasado viernes (26 de febrero de 2010), después de casi mil días de incertidumbre, muchos colombianos recibimos esa noticia que tanto esperabamos: no va a haber segunda reelección. La Corte Constitucional votó a favor de la democracia. Puede, y estoy seguro, de que esto no va a significar el final de los problemas, o que dejemos de vivir en constante estado de emergencia; lo que si tengo claro es que a través de esta sentencia la Corte nos entregó a los colombianos el futuro inmediato del país.

Como diría Daddy Yankee -y debo decir que me parece un poco embarazoso y comprometedor tener que acudir a esta instancia-, pero que le haremos, "hago este llamado...", para que usted, mi mamá, su abuela, su primo, su novia, su amiga, su tinieblo, su vecino, su profesor... para que todos tomemos conciencia de la importancia que nuestro voto va a tener.

Esta vez le figuró leer, y bastante. Hay muchos candidatos y propuestas. No solo lea, no sea mediocre, tómese un tiempo, y ojalá la mínima delicadeza de analizar. No vote porque
algo que debe ser coherente, sensato, aterrizado y sobre todo obtenible (PROPUESTA DEL CANDIDATO) le parece bacano, chévere, la última Coca Cola del desierto, reloco o sensacional. Vote con criterio, con información, tenga carácter, no se deje influenciar o comprar. No le haga caso a su papá, a su abuelo, a su tío, no le haga caso a nadie, esta vez hagalo por y para usted. Dejemos, y me incluyo, de ser tan perezosos, ignorantes y atrevidos.

Eso sí, sea honesto con el país, con sus hijos, hermanos, primos, con usted mismo. Una cosa es estar preparado para ser político y otra muy diferente, y lo digo con todo el respeto que dichas personas se merecen y sin ánimo de ofender, es ser o haber sido toda su vida: comentarista deportivo -y bien malo-, deportista, lustrabotas, presentador de chistes en Sábados Felices, y demás personalidades de la política colombiana. Como popularmente se dice por ahí: "por eso es que estamos como estamos". Hay que saber que las personas que estamos eligiendo para que nos gobiernen y representen, tanto en Colombia como frente al resto del mundo, estén capacitadas para hacerlo. Insisto, tómese su tiempo y haga una elección certera, informada, concienzuda.

Si no está de acuerdo con nada, si nada le convence, si todos los candidatos son chusma, si se va a largar del país porque nada tiene solución, si se va a suicidar porque el caos es demasiado, si se va a ir a Venezuela (ojalá no haga eso), sea lo que sea, por lo menos vote en blanco. No deje de acudir a la urnas, recuerde que el voto es tanto un derecho como un deber. No nos joda a los que sí queremos salir de esta olla tan hijuemadre en la que estamos, y creemos que hay algo de esperanza.

Ahora, tampoco sea tan imbécil de caer en juegos como el de la candidata a la Cámara, María Fernanda Valencia (Partido de La U) de vender su cuerpo en SOHO, que más retocado por Photoshop no puede estar y tampoco es la última maravilla, a cambio de votos. ¿Qué podrá tener esta señora en la mente? Como dijo un profesor mío, el señor Gardiner, que en paz descanse, la cabeza de esta señora debe ser "como un nido de pájaros: mitad mierda y mitad paja". El grado de insensatez y estupidez de ciertas personas puede ser muy alto, esto ya es el colmo, esto sí que es una emergencia social. Esta es la gentuza que nos quiere gobernar.

Hago este llamado de emergencia, para que vea todo en lo que estamos fregados, jodidos, hundidos, estancados, atrapados: salud, desempleo, corrupción, medocridad, pereza, pobreza, desigualdad, inseguridad, educación...

Hágase la siguiente pregunta: ¿Le gustaría seguir así?

Recuerde, no bote el voto, hagalo por y para usted.