martes, 1 de diciembre de 2009

Y comenzó la navidad...

Que desagracia.



Llegó el día. 1ero de diciembre. Yo no se que es lo que pasa, pero hay algo de la navidad que todavía no deja de convencerme, que me fastidia de sobre manera.




Recuerdo cuando tenía 5 o 6 años y aún creía en la navidad. Era tarde en la noche y acababamos de cenar. Mi mamá me había puesto ya la pijama para esperar a Papá Noel, al Niño Dios, a Los Duendes, mejor dicho, al que fuera... a mi papá. Lo que importaba era que llegaran los regalos, y ojalá muchos. Creo nunca haberme sentido tan emocionado en mi vida, -tal vez solo me sentí más emocionado cuando entré por primera vez al Camp Nou- como cuando entré al cuarto y vi la bicicleta amarilla que tanto anhelaba. Lloraba, saltaba, gritaba, me reía, daba las gracias y saltaba como lo hubiese hecho cualquier niño de esa edad.




Creo que ese es el único o último recuerdo divertido que tengo de la navidad. Hoy en día mi novia, mis amigos y mis hermanas me dicen "El Grinch". Para serles sincero es el mejor apodo que he podido tener, y eso que he tenido bastantes.




No soporto la navidad. Odio las novenas, los villancicos, las reuniones de toda la familia (donde sirven arroz sorpresa y compran una botella de Sello Rojo (de 750ml) para 30 adultos), no soporto las canciones navideñas, los jingles de las emisoras, las luces en las calles, la congestión del tráfico, en los centros comerciales, en lo bancos, en Carrefour, en el Exito... Odio a Jota Mario y al Padre Chucho con gorritos de navidad. Odio la hipocresía de la gente que tan solo pretende sonreír, hacer cara de ponqué y pretender que aman la navidad. Los odio por que creo que solo quieren regalos y emborracharse en las novenas bailables que organizan con sus amigos.




Diganme como quieran, lo que quieran. Se que en el fondo muchos piensan como yo y son unas gallinas, no son capaces de decirlo.




Ojalá no tenga que cantar tantas veces Tutaina, Mi burrito sabanero, Jingle Bells y demás canciones desesperantes que se han inventado de navidad.



No tengo regalos para nadie, no tengo trabajo y soy estudiante, eso si, gracias a mi papá tengo una hermana que es Chef y cocina unas maravillas y pienso engordarme por lo menos unos 5kgs, ya que pienso que lo único bueno de la navidad es la natilla, los buñuelos, el arroz con leche de la abuela, el pavo y todo lo que sea comestible.



3 comentarios:

  1. Alaa! Eres un malos rollos.
    No conozco la mitad de las palabras que usas, pero te entiendo. Aun así, debo decirte, que a mí me encanta la Navidad; las luces, los colores, los encuentros familiares, la vuelta a casa donde se coincide con todo el mundo, con los que ves a diario y con los que ves una vez al año, la música y la felicidad de los niños y no tan niños...

    Los regalos y el negocio que se mueve alrededor de la Navidad están ahí y es inevitable, además de que hacen que no sea tan maravillosa, pero vamos a quedarnos con lo bueno!
    Bon Nadal!
    (y se feliz Grinch!)
    ;)
    Afri

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  2. Ah! Voy a ser una fiel seguidora de tu blog, así que currátelo :)
    Hasta pronto!

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  3. cara de bolaaa está una SODAAA tu blog jjejeej...
    pero quería oponerme a la última frase: lo único que me gusta de la navidad es la natilla, los buñuelos, el pavo y todo lo que sea comestible.. y si de paso mi papi saca un greygoose pues me lo tomo.. jajajaja
    jajaaj mejor dicho le gusta TODO lo de la navidad

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